9 septiembre, 2020 Bufete Madrigal

Hacienda espolea a la Inspección para parchear el desplome de la recaudación

La Agencia Tributaria trabaja contrarreloj para intentar cubrir los objetivos del año, mientras despachos y asesores se afanan en resolver la avalancha de actuaciones tras el parón del estado de alarma.

«Tras la finalización del ‘estado de alarma’ hemos percibido un incremento significativo de las actuaciones y nos tememos que esto no va a parar hasta final de año». El testimonio es de un socio de una de las más conocidas firmas de asesoría fiscal del país y es ratificado por otros asesores consultados por La Información. Al parón forzoso de las actuaciones administrativas que acaeció durante las semanas de confinamiento para evitar la propagación del coronavirus le ha seguido una actividad febril por parte del Departamento de Inspección de la Agencia Tributaria para tratar de recuperar el tiempo perdido, ponerse al día y, en la medida de las posibilidades, aproximarse a los exigentes objetivos de recaudación marcados no ya por la Dirección de la Agencia Tributaria – embarcada en una lucha por desvincular el éxito de las actuaciones inspectoras de su trascendencia recaudatoria – si no por los éxitos del pasado.

El año 2019 marcó un hito histórico en este sentido después de que los resultados de la lucha contra el fraude marcaran un máximo histórico de 15.715 millones de euros. Este año 2020, con las arcas públicas más exigidas que nunca, las circunstancias no auguran que se pueda repetir ese dato, pero desde el Departamento de Inspección ya se ha recordado a sus equipos la necesidad de alcanzar los objetivos planteados a inicios de año, que no se han modificado pese a las difíciles circunstancias de trabajo que ha creado el coronavirus: no sólo por la paralización de actuaciones que ha forzando durante varias semanas sino también por las condiciones en las que está obligando a trabajar a los inspectores.

Con las actuaciones presenciales en empresas restringidas al mínimo por prescripción sanitaria (o preventiva) – sólo se pueden realizar con autorización previa de la Agencia Tributaria y en unas condiciones muy estrictas- y en fase de adaptación todavía a los singulares usos del teletrabajo, varios inspectores de Hacienda en ejercicio consultados por este medio coinciden en señalar que será muy difícil alcanzar el rendimiento en resultados de otros ejercicios. Señalan que los procedimientos se alargan, que los requerimientos de información a los contribuyentes se dilatan en el tiempo y que incluso la resolución definitiva sobre los expedientes por parte de los equipos de Inspección es más dificultosa por la dispersión física en los mismos. «Lo que antes se podía resolver en una charla de oficina, ahora requiere de varias reuniones por videoconferencia. Todo es más lento y penoso», admite uno de los inspectores consultados.

La Agencia Tributaria ha tomado medidas para tratar de compensar estas dificultades. Por lo pronto ha prescrito que las horas extra que los funcionarios de la Agencia Tributaria deben hacer para tener acceso al bonus de productividad del Plan de Intensificación de Actuaciones – el célebre y polémico plan ideado por Cristóbal Montoro para obtener más horas de trabajo de su personal en la lucha contra el fraude a cambio de un jugoso premio retributivo- se realicen durante los días de su actividad presencial – suelen ser dos días a la semana- y se concentren entres lo meses de junio y noviembre.

 

 

Los inspectores consultados aseguran que el ‘juego’ de los incentivos no será suficiente esta vez. «El parón administrativo durante la primera fase de la pandemia ha hecho que se acumulen muchas actuaciones. Y tampoco vamos sobrados de personal». Otro factor de gestión del capital humano opera para hacer aún más complicado el cumplimiento de los objetivos fijados para 2020. «La gente no ha tenido vacaciones en Semana Santa ni ha cogido días durante el ‘estado de alarma’. En una plantilla envejecida como la de la Agencia Tributaria en la que los funcionarios han acumulado más derechos por vacaciones, habrá mucha gente que disponga de días para irse cinco o seis semanas», explica un funcionario con experiencia de gestión en el organismo de control del fraude fiscal.

Las dificultades operativas no les han impedido saturar durante los pasados meses de junio y julio las mesas de trabajo de los asesores fiscales, que se han encontrado con una riada de requerimientos y peticiones de información a sus clientes después del parón forzoso de primavera. Fuentes del sector reconocen que han sido dos meses de trabajo muy intenso, que se ha suavizado en el mes de agosto, y admiten que esperan una segunda oleada de actuaciones de la Inspección para el otoño, tan pronto como el grueso de los profesionales del Departamento de Inspección vuelvan a sus puestos de trabajo tras el parón estival.

Frente al viento contrario de las circunstancias, las necesidades de ingresos del Ministerio de Hacienda que históricamente ha utilizado los resultados de la lucha contra el fraude como el complemento necesario para esconder las desviaciones de la política presupuestaria. «Sabemos que cuando el Gobierno necesita recursos extra siempre se mira hacia la Agencia Tributaria y hacia los resultados de la lucha contra el fraude», afirma un veterano representante del cuerpo de Inspectores de Hacienda. Los datos oficiales revelan una caída de la recaudación tributaria cercana a los 15.000 millones de euros en la primera mitad del año y las previsiones de la Autoridad Fiscal apuntan que a final de año este agujero se situará entre los 18.000 millones, en el mejor de los casos, y los 26.000 millones, en el peor.

Un agujero de un tamaño tal que será imposible de maquillar por las cifras de la lucha contra el fraude, que además vienen de obtener un resultado récord en 2019. Con el recorrido recaudatorio de las actuaciones punitivas de la Inspección condicionado por todas estas circunstancias, la Agencia Tributaria confía en los efectos inducidos de su nueva estrategia para favorecer el cumplimiento voluntario para acercarse al menos a las cifras de recaudación extra obtenidas en el último ejercicio. Así consiguieron aflorar más de 120.000 alquileres ocultos hace un par de años y así obtuvieron 608 millones de euros extra en declaraciones fiscales de grandes patrimonios en el ejercicio de 2019…

,